sábado, 31 de marzo de 2012

El PP impedirá la regularización de inmigrantes por arraigo social


Los populares no legalizarán la situación de extranjeros que lleven tres años residiendo en España.


Un inmigrante en un taller de escultura en piedra. / EUROPA PRESS
Los inmigrantes que llevan tres años viviendo en España tienen opción a regularizar su situación. Con el PP en el poder, no podrán hacerlo si su situación en el país era ilegal, por más que, como permite ahora la ley, puedan acreditar su arraigo social, tras residir tres años, y tengan un contrato de trabajo en el momento de solicitar legalizar su estancia.
El portavoz del PP en temas de inmigración, Rafael Hernando, concretó ayer algunas de las medidas que tiene pensado aprobar su partido cuando se forme el nuevo Gobierno, mediante la reforma de los artículos 123 a 130 del Reglamento, en vigor desde el pasado junio, que desarrolla la Ley de Extranjería, de 2009. "El arraigo ha favorecido la inmigración ilegal y solo debería existir como sistema excepcional", afirma Hernando. "Hay que limitarlo para intentar desincentivar la inmigración irregular e incentivar la circular, el retorno con posibilidad de volver". Solo en algunos casos "muy excepcionales, que se establecerán de acuerdo con las comunidades autónomas y los Ayuntamientos", se mantendrá esta posibilidad.
Al arraigo social se accede básicamente tras permanecer irregular tres años en España y acreditar que se ha logrado un empleo por al menos un año, y al laboral, si se llevan dos años de forma ilegal y se demuestra que se lleva uno trabajando. Desde 2006, la cantidad de personas que han logrado la permanencia por arraigo social o laboral (aunque el segundo es muy minoritario) se fue incrementando de forma considerable (7.427, ese año; 30.231, en 2007; 66.200, en 2008, y 82.300, en 2009), hasta que empezó a hacer mella la crisis económica. El pasado año bajaron a 65.676 y este van, a 30 de junio, 70.684.

En cambio, los populares, aunque reconocen la reducción de la irregularidad, consideran que "medidas como el arraigo, la regularización de 2005 o la reagrupación familiar han favorecido la llegada de ilegales", resalta Hernando. "No puede ser que se regule a 70.000 personas por arraigo cuando no hay empleo en el país", añade.Como factores, a la crisis se une la reducción del número de personas irregulares que llegan a España debido, según los socialistas, a las medidas adoptadas por el Gobierno, "como la obligación de entrar con un contrato de trabajo, los acuerdos con los países de origen de inmigrantes y la bajada del número de llegadas en patera hasta alrededor de un centenar de personas al año", según resaltan fuentes del Ejecutivo.
Vladimir Paspuel, presidente de la asociación de inmigrantes ecuatorianos Rumiñahui, pide al PP que "respete la normativa actual". Espera que la consulta que Hernando ha prometido hacer con las comunidades autónomas le haga cambiar de opinión, porque, asegura, "por suerte dentro del PP hay corrientes sociales y progresistas, siempre pegados a la norma y a la Ley", como la propia asociación. "Lo que corresponde es pensar en las personas que están viviendo en España y no tienen documentos -calcula que pueden ser entre 600.000 y 700.000, aunque otras estadísticas apuntan a un millón-, y se mantengan los arraigos social y laboral", apunta Paspuel. Como señala, son muchos los inmigrantes que están trabajando y contribuyendo a sacar a España de la crisis, y otros, han perdido precisamente sus papeles por culpa de la situación económica. “Pedimos que se tenga cuidado y no se intenten lanzar unas afirmaciones que desestabilizan la sociedad y a la inmigración”.
"Esperamos que el país empiece a tener una estabilidad económica, y cuando empiece a crecer, necesitará mano de obra", apunta Paspuel. Recuerda, además, que parte del crecimiento económico que vivió España se debió en parte al trabajo de los inmigrantes, y que "según Naciones Unidas e informes hechos por la UE, en Europa harán falta 40 millones de inmigrantes para garantizar su sistema de bienestar".
En la misma linea se ha pronunciado el responsable económico de laFederación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados(FERINE), Gilberto Torres Martínez, que se muestra "perplejo" por el anuncio, aunque admite que lo veían venir. Para Torres, esta medida sería "una violación más de los derechos fundamentales de los inmigrantes" y un error, porque "en lugar de buscar una integración, por el contrario, con este tipo de política se ahonda más en el sufrimiento y en la situación del emigrante que por razones muy personales y por la situación económica, social y política en el país de origen, han tenido que venir a España". "Lo más preocupante es que se coarte el derecho para poder tener una estancia permanente en España desde la figura del arraigo", subraya, lo cual impide al emigrante "tener un documento que le acredite como parte de la población". Recuerda, como Paspuel, que la regularización de inmigrantes en 2005 "contribuyó significativamente, con sus pagos a la Seguridad Social y Hacienda, a que hubiera una economía más solvente en ese momento".

Inmigración circular

El Gobierno de Mariano Rajoy "vinculará la inmigración al empleo" y facilitará la entrada, asegura Hernando, de quienes vienen a buscar un empleo o quienes firmen un contrato en origen, al tiempo que garantizará su retorno a sus países de orígenes cuando finalice su contrato de trabajo. Es lo que se denomina "un sistema de inmigración circular". Según Hernando, los populares consideran que el modelo actual incentiva la entrada de personas "sin cumplir los requisitos" necesarios, y fomenta la inmigración ilegal.
“La inmigración circular nos preocupa porque el sistema resta derechos a las personas”, responde Paspuel, que subraya que “experiencias de otros países como Alemania o Inglaterra han fracasado”. La mayoría de los inmigrantes, cuando llegan a un país, se asientan y se quedan, como es el caso de la población turca en Alemania, relata el presidente de Rumiñahui por teléfono, antes de añadir que lo peligroso es no hacer un proceso de integración plena, laboral, política y social.
El PP se propone además crear "un nuevo visado temporal de búsqueda de empleo" con el que será imprescindible haber llegado al país para poder acceder posteriormente a la regularización. Hernando asegura que "al menos desde 2005, alrededor del 60% de los inmigrantes que se han regularizado entraron en España con un permiso turístico". Este visado se conseguiría solo si pueden probar que tienen un contrato en origen o una oferta de empleo. Paspuel insiste, sin embargo, en que la mayoría de los extranjeros que llega ahora a España, que son cada vez menos, lo hace “necesariamente con visado de trabajo”.
Si trascurrido un tiempo el inmigrante no consigue el empleo, el PP plantea que deberá regresar a su país, aunque según Hernando, conservará el permiso de residencia para que si vuelve a encontrar empleo "regrese tranquilamente sin ningún trámite burocrático". El sistema se basará en las listas del INEM de ocupaciones de difícil cobertura, aunque los puestos solo se pondrán a disposición de extranjeros cuando ningún español cubra la vacante. Hernando ha señalado que en profesiones como la de temporero, es decir, trabajos temporales en la agricultura, siempre hay demanda de obra de mano extranjera.
"Pedimos otras alternativas que permitan que España sea un país progresista, que salga adelante, como hemos venido haciendo, participando de todos los procesos políticos, económicos y sociales. Hoy más que nunca, en la crisis, debemos trabajar como un solo hombre para sacar adelante el país", solicita Gilberto Torres, de FERINE.

viernes, 30 de marzo de 2012

Rajoy promete ser implacable con la inmigración

Coincidiendo con la llegada de un nuevo cayuco con 130 subsaharianos, Mariano Rajoy “arribó” ayer a las costas canarias. No había mejor escenario para hablar de inmigración y Tenerife recogió sus primeras palabras en este sentido.

El líder del PP prometió que en este tema será “implacable”. Además, señaló que, tras hablarlo con Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, esperaba que la Unión Europea también lo fuera.
El candidato conservador no sólo pidió mano dura contra la inmigración ilegal sino también para las mafias, a las que definió como “los negreros del siglo XXI”. Rajoy defendió su contrato de integración, ese que tanto “me han criticado” porque en Francia, Reino Unido, Bélgica y Holanda lo han puesto en marcha. Y mientras ayer académicos denunciaban en un manifiesto que sus propuestas electorales incitaban al racismo, el líder del PP se resistía diciendo que “no se puede despachar al que dice cuatro verdades diciendo que es un xenófobo”.
Como lleva haciendo desde la precampaña, el jefe de la oposición reclamó que todos los extranjeros que vengan a nuestro país tengan “los mismos derechos y oportunidades que los españoles, pero también “los mismos deberes y obligaciones”. Pero al tiempo que presentaba a los inmigrantes como “seres humanos”, los culpaba de saturar los servicios públicos. Por eso, y dejando a un lado la solidaridad, reclamó que “los derechos de uno nunca pueden perjudicar a los de los demás”.
Apelando a “la concordia y a la moderación” volvió a poner de ejemplo a los gallegos, que tuvieron que abandonar su tierra para ganarse la vida, para declarar que está a favor de la inmigración si tiene “orden, control y ley” pero no cuando “esto se convierte en una pesadilla”.
Rajoy también recordó a las cuatro mujeres que fueron asesinadas hace dos días. Hizo una condena expresa de lo sucedido, “como cualquier persona decente y normal”.
Pero sus buenas intenciones se trastocaron cuando aprovechó sus muertes para criticar al Gobierno. “No llega con una ley. Se necesitan juzgados, policías y medidas preventivas”, reclamó. “Me ocuparé de este asunto, no voy a pasar por ahí y seré implacable y absolutamente contundente”, dijo presentando abiertamente cuáles van a ser sus cartas para resolver los problemas de los ciudadanos una vez llegue al poder
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La UE prohibirá la contratación púlbica con empresas que no cumplan la LISMI


La Unión Europea ha prohibido la contratación de servicios públicos o recepción de ayudas o subvenciones a aquellas empresas que no cumplan la LISMI.
Con la nueva normativa se pretende que las Administraciones verifiquen u obtengan alguna certificación de que las empresas cumplen con la LISMI.
España ha adaptado dicha normativa europea en la Ley 26/2011, de 1 de agosto de adaptación normativa a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y se modifica la Ley de Contratos del Sector Público en el sentido de que los Pliegos de Cláusulas Administrativas Particulares puedan exigir a los licitadores la presentación de un certificado que acredite el cumplimiento por las empresas licitadoras de la obligación de reserva del 2% de los puestos de trabajo para personas con discapacidad o del cumplimiento de las medidas alternativas.
Hasta la fecha todos los contratos públicos ya exigían dicho cumplimiento; sin embargo, debido a que la gestión de las políticas de empleo y por tanto la gestión de los centros especiales de empleo están cedidas a las comunidades autónomas, no existe un sistema unificado de comprobación del cumplimiento de la LISMI.
Las distintas Adiministraciones se limitaban a solicitar una declaración jurada por parte del administrador de la empresa de que se cumple con la LISMI y no se verifica nada más. Tampoco hay recursos para solicitar toda la documentación justificativa de la misma: contratos, TCs, certificados de discapacidad, contratos con CEEs,…
Esta nueva legislación abre la posibilidad de reclamación a las Administraciones sobre dichas justificaciones con el fin de invalidar o reclamar sobre contrataciones públicas concedidas a empresas competidoras.

Situación
La LISMI fue el marco legal creado en España en 1982 siendo pioneros en la materia… pero realmente ¿Cómo estamos en España?
1.       Cumplimiento de la LISMI
2.      Inspecciones y Sanciones
3.      La Administración: ¿único culpable?
Cumplimiento de la LISMI
En España NO se realizan estudios por entidades independientes de forma periódica. La mayoría de informes relacionados con el tema parten de Fundaciones y Entidades que difícilmente podrían ser objetivas porque son parte involucrada en el sistema de formación e inserción laboral de personas discapacitadas.
Algunos informes independientes (cronológicamente ordenados):
2010. Informe IBEX 35: 2010 DisCert España.
“Sólo el 17% de las empresas del IBEX35 presenta información en sus memorias.”
2008. Informe Equipara.
“Un 82% de las empresas conoce la LISMI. Un 75% de las empresas dice tener a personas discapacitadas contratadas, pero sólo un 14% cumple con la LISMI”.
2008. Informe Discapnet.
“Más del 86% de las empresas españolas no cumplen con la LISMI.”
Inspecciones y sanciones
En 2009 se hicieron 16.000 inspecciones en España sobre el cumplimiento de la LISMI y fueron sancionadas 4.000 empresas (un 25% del total) aunque se pidió más información a unas 4.500 empresas más por falta de documentación. En total un 60% de las empresas presentaron algún tipo de incidencia.
El Ministerio de Trabajo no informa de los importes totales en sanciones ni tampoco hace públicas las empresas inspeccionadas.
La Administración: ¿único culpable?
La Administración tiene la función de:
§  Hacer que las empresas obligadas cumplan con la LISMI
§  Asegurarse que las empresas a las que contrata servicios o aporta subvenciones / ayudas cumplen con la LISMI
Aunque, según los distintos estudios los principales argumentos de las empresas para no cumplir la LISMI son:
§  Dificultad para encontrar a personas (con discapacidad) válidas (76%)
§  Dificultad para realizar adaptaciones del puesto de trabajo (34%)
§  Complejidad burocrática (5%)
…. pero entonces porque no funcionan las medidas alternativas?
§  El 48% de las empresas no sabe lo que son ni cómo puede aplicarlas
Las empresas necesitan ser más responsables socialmente, por voluntad propia, y no sólo ir a cumplir la ley (de mínimos).

miércoles, 21 de marzo de 2012

3. RSE.- Las administraciones públicas podrán exigir el cumplimiento de la LISMI en los procedimientos de contratación

Las administraciones públicas españolas podrán exigir a las empresas el cumplimiento de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (Lismi) o el cumplimiento de las medidas alternativas en los pliegos de los concursos públicos.
Con la entrada en vigor de la Ley 26/2011, de 1 de agosto, de adaptación normativa a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad se modifica la Ley de Contratos del Sector Público en el sentido de que los Pliegos de Cláusulas Administrativas Particulares puedan exigir a los licitadores la presentación de un certificado que acredite el cumplimiento por las empresas licitadoras de la obligación de reserva del 2% de los puestos de trabajo para personas con discapacidad o del cumplimiento de las medidas alternativas.

Esta es una de las principales cláusulas reclamadas por el Foro de la Contratación Pública Socialmente Responsable que tiene como objetivo la inclusión de cláusulas sociales en los pliegos de contratación pública.

De esta forma la ley 30/2007, que regula la contratación pública, incluye un nuevo artículo 70 bis en el que se afirma que los órganos de contratación ponderarán, en los supuestos en que ello sea obligatorio, que los licitadores cumplan lo dispuesto en la Ley 13/1982, de 7 de abril, de integración social de los minusválidos, relativo a la obligación de contar con un dos por ciento de trabajadores con discapacidad o adoptar las medidas alternativas correspondientes .

A tal efecto y, en su caso, los pliegos de cláusulas administrativas particulares podrán incorporar en la cláusula relativa a la documentación a aportar por los licitadores, la exigencia de que se aporte un certificado de la empresa en que conste tanto el número global de trabajadores de plantilla como el número particular de trabajadores con discapacidad en la misma o, en el caso de haberse optado por el cumplimiento de las medidas alternativas legalmente previstas, una copia de la declaración de excepcionalidad y una declaración del licitador con las concretas medidas a tal efecto aplicadas .