jueves, 15 de diciembre de 2011

Camps: «Es todo un montaje.» Hostia, pues está montado cojonudamente, ¿eh?


Valencia. -- Sigue el juicio del caso Gürtel, pero no evoluciona. Nos llegan noticias de la sala del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, institución por la que pasan más políticos locales que por la cafetería de la Generalitat, pero las posiciones están enrocadas. En la primera sesión, Francisco Camps habló poco. Y no es que no se le diera la palabra: es que la estrategia de la defensa consistió en no responder. Lo cual parece un plan muy inteligente cuando tu postura pública es que todas las acusaciones falsas y no tienes nada que esconder. «No tengo nada que esconder, pero no contestaré ninguna pregunta. Por si me se malinterpreta.» Pues brillante estrategia defensiva, camarada. Joder, es que ni Kasparov. Y la lumbrera de abogado que ha pensado esa memez, cobrará poco, ¿verdad? Ah, cobra en trajes. Pues nada, que se los ha ganao.
La segunda sesión: Camps ha abierto ese pico de oro que tiene al electorado valenciano chorreando ingle abajo desde principios de siglo, y ha soltado perlas: «No he pedido nunca tíquet de nada, ni cuando he cogido taxis ni cuando voy a comer a restaurantes con amigos», porque esta petición suele hacerla gente que busca una «desgravación de tipo fiscal» o alguien que «cobre dietas». Dígalo claro, señor Camps: porque ir pidiendo el tíquet por cualquier mierda, aparte de irritante para los que detrás haciendo cola en la caja, es de pobre. Sí señor, de pobretón de los de «eh, que yo pago autónomos», y de no tener clase. Un presidente pidiendo tíquets sería lo último ya. Y menos por unos trajes regalados. Eso de «tienes el tíquet, por si hay que cambiarlo» es de no tener finesse. De un president valencià esperamos más. También ha dicho Camps, por cierto, que no paga nunca con tarjeta. Normal: ¿quién no lleva nunca un billetito de 500 euros suelto en cada bolsillo? Pues los pobretones, como de costumbre. Hostia, a ver si aprendéis que Camps está a otro nivel, pulgosos.
Ricardo Costa, exsecretario general del PPCV y diputado de las Cortes Valencianas, también ha hablado. Que sí, que conocía al famoso Bigotes e incluso fueron amigos, pero no sabía que su propia administración le adjudicaba contratos. Del palo «¿Y qué, van bien los negocios?», «Coño, ya lo creo, gracias a ti»; pero lo de «gracias a ti» no llegaba nunca a salir a colación. AFrancisco Correa, otro de los imputados, no le conoce. Hay una conversación grabada entre ellos, pero volvemos a la estrategia del superabogado: es que es todo un montaje. Miren, señores: si la mitad de lo que se les acusa es cierto, ya es para quitarse el sombrero de lo bien montado que lo tenían. Si encima hay un montaje de sus enemigos aparentando ese montaje suyo... Ya es de Oscar. Oscar al mejor montaje. Mira y aprende, Oliver Stone.

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